Conforme pasa el tiempo y se suceden las distintas respuestas por parte de los organismos reguladores en relación al futuro de las SICAVs parece más lógica, si cabe, la recomendación de esperar a ver qué camino toma la supuesta nueva regulación al respecto.
Por una parte, la Dirección General de Tributos, a nivel doméstico, fue muy dura en su respuesta de 9 mayo abriendo las puertas a que Hacienda pueda perseguir cualquier maniobra para eludir pagar por los beneficios acumulados en este tipo de vehículos.
Por otra, el regulador europeo a través de una Directiva aplicable en enero de 2019 y dependiendo de cómo sea la trasposición de dicha norma, podría derivar en que los socios de las Sicavs en el extranjero pasaran a tributar como si no existiera tal vehículo, es decir, los beneficios de las compraventas realizadas en el vehículo se sumarían a su base imponible, suponiendo esto un fuerte recargo impositivo.
Os dejamos el artículo de Cinco Días.